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Rocío Jurado
5. ÉXITO FAMA Y DINERO
En este último tramo de su carrera musical Rocío ha estado dedicada casi exclusivamente a las grandes actuaciones y a las grabaciones de nuevo material. Así, ha efectuado actuaciones memorables en: El Madison Square Garden y en el Lincoln Center de Nueva York; en el Hamilton Palace de Canadá, donde tuvo como invitados a Ray Coniff, Henry Mancini y a Gloria Gaynor; en Bélgica ante los Reyes Balduino y Fabiola; en Alemania, en los más importantes auditorios de Miami, los Ángeles, Chicago... así como en las principales capitales de Latinoamérica.
Rocío no ha querido encasillarse nunca en ningún estilo determinado, por lo que sus discos han recorrido un amplio y variado abanico de géneros que abarcan desde las rancheras (“Rocío Jurado canta a México”), hasta flamenco (su doble LP “Por derecho” y “Ven y sígueme”, pasando por un homenaje a los mejores temas de la música española (“Canciones de España”)
  
Y sus audaces temas recogidos en los álbumes “Amor Marinero, “De ahora en adelante”, “Señora”, “Como una ola”, “Paloma Brava”... para los que ha contado con compositores de la talla de Manuel Alejandro, José Luis Perales, Augusto Algueró, Pablo Herrero, José Luis Armenteros, Paco Cepero, autor y productor de “¿Dónde estás amor?”.
   
De todas ellas cabe destacar dos grabaciones especiales: su doble LP “Ven y sígueme” junto a Manolo Sanlúcar y Juan Peña “El Lebrijano” y “Amor Brujo” de Manuel de Falla, con la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección de Jesús López Cobos, para la película del mismo título dirigida por Carlos Saura y con la coreografía de Antonio Gades.
 
También su álbum “Hasta la última gota” tiene un carácter especial ya que recoge los grandes éxitos que ha tenido desde el principio de su carrera artística.
Entre sus últimas producciones se pueden resaltar el álbum compuesto y dirigido por Juan Pardo “Punto de Partida y el que recoge los temas que José Luis Perales escribió y musicó para ella, tras la separación de la cantante de su marido, titulado “Rocío de Luna blanca”, en el que se recogen los sentimientos de una mujer que como ella queda sola, en una extraña comunión entre el autor y la intérprete en la que aquél supo captar perfectamente el estado de ánimo de la cantante.
 
“José Luis Perales, aunque no habló conmigo, vio esa soledad por la que yo estaba pasando y la plasmó en cada una de las canciones. Captó muchos de mis sentimientos, lo que me sigue maravillando, Al hacer la canción “Qué no daría yo por empezar de nuevo”, parece como si me hubiera visto crecer en Chipiona"
Los paralelismos y comparaciones entre canciones de ese elepé compuestas por Perales y la vida privada de la cantante, fueron en su día tan intensos que, Rocío tuvo que salir al paso de ellas:
"Tiene que quedar claro que soy una intérprete y me limito a cantar las canciones que unos autores escriben para mí. José Luis sabía, cuando empezó a componerlas, que mi matrimonio con Pedro había naufragado. A partir de ahí, él es el responsable de ellas y yo me quedo con la responsabilidad de vivirlas delante del público. Ese es mi oficio: hacer creíble todo lo que canto, mi vocación, mi alegría.”
A nivel musical, un momento muy importante de su carrera fue cuando grabó el tema “Lo siento mi amor”, la audacia de la letra caló muy hondo en el corazón de muchas mujeres. Hasta ese momento nadie había sido capaz de manifestar los sentimientos de esa forma. En Sudamérica, aún hoy se ha convertido en un verdadero himno que es cantado de pie en cada actuación de la cantante de Chipiona.
“Antes de esa canción, las amantes lloraban todas por las esquinas, como en “La Zarzamora”. Y todas se quedaban con los niños sin padre, esperando a que ese hombre se acordara de ellas y todo eso. Pero yo vi que la verdad de la vida era diferente, aunque eso ocurría también, y que había que cantarla. Y por ello me atreví a decir en voz alta, algo que ninguna mujer antes había cantado encima de un escenario: “...hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo y tengo otro hombre que me está maravillando” Fue como una liberación para muchas mujeres que oían este tema y llegó a ser como un himno. En Sudamérica, he salido a escena y me he emocionado al ver a las mujeres coreando en pie esta canción”
A partir de ese momento muchas otras intérpretes cantaron temas con un fuerte contenido erótico, pero ella fue la primera que también a este nivel se atrevió a otorgarle un papel diferente a la mujer en las canciones que ella, con su temperamento y su rebeldía, interpretaba magníficamente con gran fuerza y coraje. Rocío aportó una vitalidad nueva a la canción en cuanto llegó al mundo de la música y a partir de ahí fue ampliando su estilo y su público.
“Cuando doy un concierto en un teatro o un auditorio me quedo alucinada de la variedad de gentes, edades y estilos que vienen a verme”
Aunque en sus actuaciones suelen predominar baladas, porque tienen una proyección más internacional y llegan con más facilidad a públicos de nacionalidades diferentes, no olvida nunca recordar sus raíces y su formación flamenca dedicándole algunos minutos a este género que domina y siente en su piel.
“Algunas personas, me dicen que por qué pierdo veinte minutos de mi actuación cantando flamenco en lugar de incluir tres canciones más populares internacionalmente y yo les digo, ¡aunque sólo sean veinte minutos dejadme que cante lo mío!”.
Desde su primer viaje a Argentina ha llovido mucho. Ahora son más de quince las personas que se desplazan con ella en sus actuaciones al otro lado del océano, entre guitarristas, músicos, técnicos de sonido y de luz, mánager, ayudantes... Son tantas actuaciones, que pasa temporadas en Miami, en donde tiene una bonita casa, desde la cual son más fáciles los desplazamientos por todo el continente americano y a dónde acude cuando tiene unos días de descanso entre viaje y viaje.
“Miami es un poco mi cuartelillo general cuando trabajo en América, porque tantos viajes no se pueden hacer sin caer agotada. Además, Miami es la puerta de las dos Américas”
Y realmente esa puerta la tiene abierta de par en par. En Miami, además de un importante club de fans y de haber sido nombrada hija predilecta de la ciudad, el 19 de octubre es el día de Rocío Jurado, en el que se celebran festivales en su honor, se proyectan películas suyas e incluso se tiran cohetes. En Nueva York, cuando salió en una ocasión al escenario, el público entero puesto de pie, estuvo dieciséis minutos seguidos aplaudiéndola, antes de que hubiera podido decir ni buenas noches. Aquella fue una actuación inolvidable.
 
En el año 88 recibió el premio América, a la mejor voz latina, en el Caesar Palace Casino de las Vegas, Nevada. Dos años después destapaba su estrella de la fama en la famosa calle número 8 de Miami. El mismísimo presidente Ronald Reagan se confiesa un gran admirador de la cantante, e incluso en una ocasión fue invitada a una cena, a la que asistieron ambos y en la que el presidente manifestó su admiración por ella ante todos los invitados.
“Fui invitada por la Casa Blanca a una recepción como persona muy querida en los Estados Unidos, porque había sido reina de los carnavales de Miami. Reagan me atendió con mucha simpatía y me pareció un hombre con mucha personalidad y una sonrisa muy jovial”, recuerda Rocío.
Si en los Estados Unidos Rocío Jurado es ya una estrella de reconocida fama, en los demás países hispanoamericanos es considerada como una auténtica emperatriz. Le faltan horas y días para recoger todos los premios que le conceden en el mundo entero entre los que se pueden destacar:
- Medalla de al Junta de Andalucía
- Andaluza del año (trofeo Al-Andalus)
- Artista Internacional del año en Puerto Rico
- “Guaicapuro de oro” de Venezuela
- Placa Empresa de Castilla, pro haber batido el récord de taquilla del teatro Monumental
- Premio Musical Antena 3, por su versión del “Amor Brujo”
- Premio Super Q a la artista de la Década
- Faralaes de Plata en reconocimiento a su labor artística
- Cantante Hispana de la década en Miami
- Quijote de Oro a la artista que más vínculos estrecha entre el Viejo y el Nuevo Continente
- Sirena de oro de la Costa Brava
- ABC de oro
- Premio de la Asociación de Críticos del Espectáculo (ACE) en Nueva York
- Premio “Aplauso 92” en Miami, entregados anualmente por la emisora FM 92
- Premio Humanidad, otorgado por ASPACE en Sevilla
- Más de 150 discos de oro
63 discos de platino, etc., etc., etc.
 
Su deseo es aprovechar todo al máximo mientras el cuerpo aguante y proyectarse internacionalmente tras tantos años de lucha.
En cine no se ha prodigado tanto. Tras rodar unas cuantas películas, de las que no se siente totalmente satisfecha, decidió abandonar la pantalla grande. Sin embargo, el año pasado (1991) rodó una nueva versión de “La Lola se va a los puertos”, tras largo tiempo de alejamiento, ya que le gustó el guión de Romualdo Molina, así como los anteriores trabajos de quien dirigía el film, Josefina Molina. Antes de esa película había recibido ofertas, incluso para rodar en Hollywood, que rechazó por uno u otro motivo.
“Yo había interpretado ya muchas películas, unas por necesidad, otras por dinero, otras porque creí que en su momento eran bonitas y otras porque tenía demasiada prisa por ser una estrella. Pero ninguna me dejó del todo satisfecha y por eso decidí no volver a hacer cine. Sin embargo acepté ese proyecto porque además de ser muy bonito y estar muy bien planteado, tenía mucha confianza en Josefina Molina y ella me devolvió también la confianza en mí misma como actriz”
Como colofón a esta larga y exitosa carrera hay que destacar su participación en la Exposición Universal de Sevilla, en donde inauguró el Auditorio con el espectáculo “Azabache”, en el que también intervenían artistas de la talla de Juanita Reina, Imperio Argentina, Nati Mistral y María Vidal, y que le ha reportado un clamoroso éxito de crítica y público.
 
Con una magnífica casa en La Moraleja en Madrid, otra en su pueblo natal, Chipiona, y otras en Miami y uno de los cachés más altos del mercado musical, Rocío ha conseguido éxito, fama y dinero, en definitiva todo lo que una artista sueña con alcanzar, sin embargo, ella no se considera una mujer rica.
“La gente sólo ve unas cifras astronómicas por cada una de mis galas, pero antes lo que ganaba era todo para mí, ahora tengo unos gastos fabulosos de personal. Te vas haciendo grande, pero contigo crece todo lo demás. Mi coste de vida es muy elevado y mis cuentas parecen los presupuestos generales del Estado”
Rocío, una artista vocacional, que disfruta y se divierte con su trabajo, no lo cambiaría por nada, aunque ya no ganara un duro.
“Yo no tenía ni idea, cuando empecé, de lo que es esta profesión. Es realmente dura, complicada y te come todo el tiempo. Pero al mismo tiempo tiene el atractivo de que continuamente puedes renovarte y crear cosas nuevas. Estar arriba es para mi un privilegio y un compromiso con el público que es quien me ha colocado ahí. Defraudarlo me parecería inmoral”
 
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