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Rocío Jurado
Por Juan Mellado
Hasta luego Rocío Jurado
5 junio 2006 - Por Juan Mellado
Corresponsal Diario de Cádiz - Presentador Radio - TeleChipiona
Se nos fue Rocío. Las páginas de los diarios se han llenado de tópicos. Decían que era la más grande. En este hasta luego se puede decir que sí, que era la más grande y la única. Como las grandes artistas Rocío no se parecía a nadie, era ella misma en esencia, un fenómeno de la naturaleza. Un monstruo sagrado.
Era Rocío aquella sencilla chiquilla que un buen día ganó un concurso de Radio Sevilla. Aquella joven que se fue a Madrid a probar fortuna y resultó que la Gran Vía se le quedó pequeña. Esa joven atrevida que con su voz, su arte y su desparpajo, hizo palidecer a la misma Concha Piquer. Se nos ha ido en Chipiona, el personaje, la persona más importante que haya dado la historia de esta villa.
Se nos ha ido también el ruiseñor de Andalucía, la cantaora de España. Irrepetible. Muchos se han atribuido el haberla descubierto, pero quizás quien primer la descubrió y confió en ella fue una entrañable persona, una gran mujer, Rosario, su madre. Años después Rocío cantó una desgarradora canción a su madre escrita por Manuel Alejandro, una de los más bellos temas que se hayan podido escribir sobre una madre que se nos fue.
El tópico de ser nuestra mas universal embajadora nunca ha dejado de ser verdad. Chipiona es en España y en el mundo otra cosa después de aparecer Rocío Jurado en escena.
Desde su aparición Chipiona dejó de ser aquel pueblo de marineros y viñedos, olvidado del mundo y casi en el último confín. A partir de ella se decía Chipiona y a continuación Rocío Jurado. Se decía Rocío Jurado y a continuación Chipiona. Nunca una artista de sus características elevó tanto y a tan buen nivel el nombre de su pueblo.
Cuando no la conocía nadie, el Ayuntamiento de Chipiona le negó una beca de estudio para marcharse a Madrid. Eran ocho mil pesetas que finalmente se las prestó su abuelo. En una miopía absoluta y en un frío papel se le comunico que la institución municipal no tenía fondos para los estudios de folklore. Muchos de ellos se hicieron fotos con ellas años después. A mí me hubiera dado vergüenza. Ella nunca tomó importancia de este hecho y pronto olvidó este episodio y siempre habló bien de su pueblo y de su ayuntamiento.
No se puede evaluar en euros la campaña de publicidad que Rocío Jurado hizo de su pueblo en toda su carrera. Incluso sin saberlo cuando cantó “El clavel” defendía uno de los valores económicos más importantes de Chipiona.
Roció y Chipiona. Chipiona, Rocío y su Virgen de Regla. Nunca se perdía esa cita obligada cada 8 de septiembre en esa renovada acción de gracias que cada año le tributaba a su patrona. Este año pasará la imagen de la Virgen a las puertas de su chalet “Mi abuela Rocío”. Nadie se percatará pero a buen seguro que se darán un beso de amigas y un abrazo. Detalles de mujeres sencillas. Como lo fue siempre Rocío a pesar de haber paseado escenarios por todo el mundo. A pesar de ser recibida por mandatarios y embajadores. A pesar de ello Rocío disfrutaba barriendo la puerta de su chalet de madrugada, a la única hora en la que podía hacerlo sin que la molestasen. Aquella Rocío que ya famosa soñaba con poder comerse un cartucho de pipas entre los ecualiptus de Villacañas. Nunca dejó de ser esa muchacha sencilla que un día marchó de Chipiona con una mano delante y la otra detrás.
Nunca dejó de querer a su pueblo. Así lo cantaba, “y es que te quiero tanto /pueblo mío, / que donde quiera que vaya/te llevo conmigo…”
Se nos fue Rocío pero sólo hasta luego.
Profeta en su tierra
5 junio 2006 - Por Juan Mellado
En la hora de la despedida a Rocío Jurado cabe reseñar la buena sintonía que siempre tuvo con su pueblo que la vio nacer un 18 de septiembre de 1944 en la actual calle Larga. Hija de Fernando y de Rosario, nunca llegó a imaginar, o quizás sí, que con el paso del tiempo iba a ser la Mas Grande con el nombre de Chipiona por banderaSu primera prueba de fuego importante fue el concurso radiofónico que ganó en Radio Sevilla a la que fue llevada por su madre y amigos. El premio consistió en 200 pesetas en metálico, un corte de traje, unas medias de nylon y una botella de gaseosa de la maca patrocinadora del concurso. Sólo fue el comienzo. Era 1961 y con ocho mil pesetas prestadas por su abuelo fue a Madrid a comerse el mundo ya que el Ayuntamiento le había negado una beca para estudiar folclore.
Así emprendió una segura carrera como cantante y actriz de cine en la que el nombre de Chipiona siempre estuvo en su boca. Tanto es así que lo que el Ayuntamiento un día le negó otro se lo pagó con creces. Cabe reseñar que ya el 23 de febrero de 1968, siendo alcalde César Florido, fue nombrada Hija Predilecta de la localidad. En aquella ocasión esta distinción le fue otorgada según César Florido, por las relevantes condiciones artísticas que concurrían en Rocío Jurado, acreedora de galardones nacionales e internacionales con el nombre de Chipiona por bandera. La propuesta fue aprobada por unanimidad por la corporación municipal en Pleno, elevada al Ministerio de la Gobernación y publicada en el Boletín Oficial de la Provincia.
Curiosamente ese mismo año en el mes de agosto Rocío Jurado actuó en el Gran Cinema de Chipiona en el transcurso del Festival del Moscatel y en el que se le concedió la distinción de la “Parra de Oro. Curiosamente además Rocío fue presentada por un casi desconocido Jesús Quintero, entonces en Radio Nacional, antes de ser famoso por El Loco de la Colina y la última persona que le hizo una entrevista en profundidad días antes de su agravamiento.
En 1976 tras aprobarlo el Pleno el tres de mayo, una Avenida fue inaugurada con su nombre siendo alcalde Antonio Rodríguez Caballero. También en esa década Rocío eligió Chipiona para grabar en directo un recital de la serie de Televisión Española “A su aire”. Como prueba de su amor por Chipiona, Rocío actuó en un festival benéfico pro cabalgata de Reyes Magos, con Juan Peña El Lebrijano, celebrado en el Cine Principal en febrero de 1983.
En octubre de 1984 recibiría la Medalla de Oro al Mérito Turístico local de manos del entonces presidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla en un multitudinario actocelebrado en la plaza de Juan Calos I y siendo alcalde el centrista Miguel Valdés.
Sería en 1994 cuando al final de la misma avenida que lleva su nombre se inauguró el 21 de agosto el monumento dedicado a su figura, obra del escultor Juan de Avalos y siendo alcalde el socialista Luís Mario Aparcero.
Durante todo este tiempo Rocío nunca olvidó el nombre de Chipiona. Así sevillanas, baladas y algunos palos del flamenco recordaron en sus letras las excelencias de Chipiona o su Virgen de Regla, imagen a la que cada 8 de septiembre acudía a ver en procesión por promesa y concitaba una gran concentración mediática en la que Chipiona ha sido siempre centro de la información. Muchos han sido los reportajes que Rocío Jurado ha realizado en Chipiona.
Incluso en 1993 a las órdenes de Josefina Molina Rocío grabó escenas en las playas de Chipiona de la película “La Lola se va a los puertos”. En 1998 utiliza la playa de Las Canteras junto al Faro para grabar un video clip de promoción de su disco “Me lo ha dicho la luna”. Cabe recordar la repercusión que el 21 de mayo de 1976 tuvo su casamiento con el ex boxeador Pedro Carrasco en el chipionero Santuario de Regla. Tanto con su matrimonio con Pedro Carrasco como con su posterior con el torero José Ortega Cano, Rocío supo imprimir a ambos el amor y aprecio por Chipiona.
Uno de los broches de oro de Rocío y su gran relación con Chipiona, tierra en la que ha podido ser profeta, ha sido el de pregonar su fiesta más grande en el 2003, el carnaval.
Hace unos meses el actual alcalde, Manuel García, anunciaba la decisión de conceder a Rocío Jurado la Medalla de Oro de la localidad, ceremonia que no ha podido producirse en vida.
www.lamasgrande.es
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