Desde el Corral de la pacheca

Si la música tuviera colores y por un milagro de exaltación, de fantasía y de imaginación se pudieran pintar los sonidos musicales, yo pintaría la Voz de Rocío Jurado de rojo y azul. El rojo y el azul lo invaden todo en la Voz tremendamente española de Rocío Jurado.

Nació en Chipiona, ese pueblo luminoso y marinero de la bahía gaditana, y yo pienso que tuvo que nacer allí, que no tuvo mas remedio, por que aquella Voz solamente podía ser parida por soles ardientes y atardeceres claros. Parida por soles insolentes y sonoridades azules.

Los cantares de Rocío Jurado se impregnan de claras luminosidades de rojos desgarros y azules lamentos. Pero si como tonadillera, como cancionera, Rocío es extraordinaria, es única, no lo es menos como cantaora. Los cantares a la guitarra de Rocío huelen a profundidad, huelen a sentimiento, huelen a pureza a flamenquería y a duende. Rocío y una guitarra nos lleva a recuerdos lejanos de raíces auténticas de voces añejas e inolvidables como los de la Trini, la Serneta, la Gazpacha y Pastora.

Para mi tambien Rocío es la tonadillera de la abundancia, la cancionera de la abundancia. Hay abundancia de Voz, abundancia de sentimientos, abundancia de presencia física, abundancia de sensualidad, abundancia de hermosura, pero yo solo quiero imaginarme el rojo y el azul invadiendo el sentir, los sentires, y los cantares en la voz de Rocío Jurado.






Un Clavel
















Tengo Miedo
















Tus cinco toritos negros
















Cantares a la guitarra
















Soy de España














Entrevistada por Lauren Postigo

























Editado en dvd - Colección Cantares, desde el Corral de la Pacheca













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