Rocío Jurado
6. HOMENAJE A RAFAEL DE LEÓN
La posterior producción discográfica de Rocío siguió por el sendero de la balada. De 1983 era 'Desde dentro', un álbum de canciones de Juan Pardo.
Cambió de casa de discos, con un contrato millonario. Se rumoreó que percibía nada menos que ciento sesenta y dos millones de pesetas con la multinacional EMI.
Con ella editó su primer álbum 'Paloma Brava', otra vez con canciones de Manuel Alejandro, del que recodamos "Se nos rompió el amor", en esa línea apasionada de la cantante que nunca le ha abandonado.
Carlos Saura, el gran director cinematográfico le propusó grabar la banda sonora de la película 'El amor brujo'.
De Rocío Jurado eran "La canción del amor dolido", "La canción del fuego fatuo", "La danza del juego del amor" y "Las campanas del amanecer" , con letra de Gregorio Martínez Sierra y música de Manuel de Falla. La grabación fue con la Orquesta Nacional de España dirigida por Jesús López Cobos.
Tuvo Rocío otra experiencia sinfónica que, curiosamnete, nunca la exhibió en España, sino en Italia, Puerto Rico y algún que otro país hispanoamericano, interpretando, con acompañamiento de gran orquesta, canciones populares de García Lorca: "Café de Chinitas", "Anda jaleo", "Los peregrino", "El zorongo"...
En 1987 salió al mercado un doble álbum, "Hasta la última gota", con recopilación de sus veinticinco mejores canciones. No era el primero de esa clase.
En la discografía de esta artista figuran varios álbumes de sus éxitos. Del citado año era el elepé "¿Dónde estás amor?" con canciones de Paco Cepero, todas ellas baladas.
En los últimos años, Rocío Jurado desplegó su incesante actividad en galas en España y en la América de habla hispana, aunque amplió su radio de acción a distintas capitales americanas, no necesariamente con público latino en su totalidad en aquellos locales donde actuó, como Los Angeles, Chicago y Miami.
En Nueva York actuó otra vez en el Madison Square Garden y en el Lincoln Center. En el Hamilton Palace de la capital canadiense compartió una gala junto a Ray Conniff, Henri Mancini y Gloria Gaynor. Y se preparó concienzudamente para cantar algunos temas en inglés.
A finales del verano de 1988 se editó un disco con canciones que había dejado inéditas el desaparecido Rafael de León, a las que puso música su entrañable colaborador Juan Solano.
El disco fue presentado en una gran gala en los Reales Alcázares de Sevilla y contó con la presencia del maestro Solano, ya muy enfermo, cuatro años antes de su muerte.
Rocío interpretó cara al público aquellas canciones: "Pastora Imperio", "Contigo", "¡Ay amor, ay amante!", "La yerbabuena", "La noche", "La mujer del torero", "Más sola que la una", "Compañero mío", " Tango tarango" y "La clavela".
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Esas letras del disco póstumo de Rafael de León llevaban el sello inconfundible de una copla andaluza, ya sin autores de ese estilo. La música de Solano estaba enraizada también con ese género. El álbum se llamaba "Canciones de España. A mi querido Rafael de León".
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