ROCÍO - POR MARINA BERNAL
 



Rocío Jurado

La más Grande




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Por Marina Bernal

4 abril 2006



Conocí a Rocío Jurado hace dieciocho años. Cuando yo la conocí ella ya era “la más Grande”, aunque aún no había grabado ese disco en Méjico que le ha valido el apelativo por el que se la conoce ahora en el mundo de la música. Yo estaba empezando como periodista, estudiaba y trabajaba, y puedo decir que aprendi a ser periodista con los exitos de Rocio Jurado . La presencia de la Jurado siempre me ha impactado, es una mujer que desborda, energía y fuerza.


Es una mujer de contrastes, puede ser una mar en calma o un volcán ,una roca o un dulce susurro. Rocío es una voz pero también es un corazón, y un gran corazón. Tiene muy buena memoria, para recordar lo bueno y a veces también para olvidar cuando hay que olvidar lo que no es tan bueno.


Siempre he visto a Rocío atender con elegancia a la prensa, comprender el trabajo de los periodistas en cualquier circunstancias e incluso tener la valentía de hablar por primera vez en público de una enfermedad como el cáncer.


Rocío siempre ha sido y es una luchadora, todo en su vida lo ha conseguido a base e esfuerzo y de una gran renuncia, a veces incluso renunciando a la propia felicidad. Renunciando a ver crecer a su hija Rocío con esas giras en América, a su familia, a su Chipiona.





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Hace algunos años volvía a mi casa en Chipiona sobre las tres de la mañana y pasaba en coche por el Santuario de Regla, parado ante el Humilladero vi un mercedes negro, grande y contemplando el mar desde la barandilla del Paseo marítimo una pareja. Eran Rocío y José, no había nadie más. Ella se sorprendió al verme y yo la tranquilicé: “Hola Rocío, me alegro de verte y me alegro de verte así, disfrutando de tu mar de Chipiona” le dije. Fue un momento mágico, en ese momento el mar de Chipiona sólo era de ella y lo compartía con su marido.


He admirado siempre la valentía de una mujer que siendo sólo una niña tuvo tan claro lo que quería, una mujer que luchó en un mundo de hombres por su amor a la música porque Rocío, por encima de todo, ama la música. Su amigo José Rodríguez de la Borbolla lo dijo una vez, “Rocío tiene una orquesta en su garganta”, y llevaba razón. A Rocío no hace falta suplicarle que cante, ella canta cuando debe, cuanto está feliz y cuando está triste, para ella la música es una forma de expresión.


Sé que uno de los días más felices de su vida ha sido su última actuación para TVE en un especial en el que contó con la presencia de gran parte del pueblo de Chipiona. Estaba tan nerviosa cuando pisó el escenario , que parecía su primera actuación. Una vez más regaló su voz y lo hizo sin medida, como cuando se sube al escenario del Pemán y ha llegado a estar cuatro horas en concierto.Entre bambalinas sus hermanos Amador y Gloria ,con el albornoz para cubrirla y preocupados por un enfriamiento le hacían señas, pero ella parecía clavada al suelo:


“Y como era esa , maestro…”, le decía a Manolo Gas que la acompañaba al piano.


Rocío además contagia su pasión por su pueblo, a sus amigos de América, a su público, a todos habla de Chipiona y les transmite su amor. Prueba de ello ha sido como su fiel amigo y hermano, Juan de la Rosa ha escogido Chipiona para vivir. El comenta como la madre de Rocío, una mujer que la ha marcado profundamente, siempre estaba deseando volver a Chipiona y entonces, en aquellas años de juventud y de lucha él decía que no entendía ese afán por estar en un pueblo “tan pequeño”. Juan siempre dice: “Rosario me echó una maldición, ella me decía que yo terminaría “lampando” por estar en Chipiona” y así ha sido”


Rocío tiene en su pueblo una avenida que lleva su nombre, una estatua realizada por Juan de Avalos , su casa, pero sobre todo tiene a su gente. Esa gente que la protege y le reza a la Virgen de Regla, que se preocupa por ella y que se hace eco de sus éxitos y sufren con su dolor.


Toda la prensa de España estos últimos meses ha estado en Chipiona para recabar información sobre el sentir de los paisanos de la más grande y cuando he hablado con la mayoría de los compañeros , la respuesta ha sido la misma:


“Hay que ver como quieren a Rocío, en su pueblo”


Yo creo que ese ha sido verdaderamente el éxito de la “más grande”, el reconocimiento y la admiración de la gente que mejor la conoce. La gente entre la que creció y la raiz que nunca olvida.


Rocío ha luchado toda la vida, nadie le ha regalado nada, todo ha sido a base de esfuerzo y de pelea, y para esta pelea también está preparada, porque tiene con ella a su Virgen de Regla, su Virgen del Rocío, su familia y su pueblo.




MARINA BERNAL







www.lamasgrande.es










 
 
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